Un día, me mintieron de tal forma que me DOLIÓ
y entonces aprendí a ir siempre de frente con la VERDAD.
Un día, me falló quien menos imaginaba
y entendí que las PALABRAS hay que cumplirlas y de los actos, hacerse CARGO.
Un día lo viví tan TRISTE... pero me di cuenta de que es mucho más bonito
SONREÍR que LLORAR a pesar de las tristezas.
Otro día, perdí mi TIEMPO con cosas que no valían la PENA y noté que la vida pasa demasiado rápido cómo para perdérsela esperando por algo que NUNCA va a pasar.
Después de muchos días entendí que en la vida muchos te van a LASTIMAR pero existe un Dios que restaura y pone en tu camino a las personas por las cuales vale la pena seguir.
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