DESAHOGO EN NOVIEMBRE: TE PIENSO SIN QUERER

Ha pasado tanto tiempo desde que no sé nada de ti, que no escribo de ti, que no pienso en ti... pero hoy, justo hoy me vino un remolino de recuerdos tuyos inesperadamente. Domingo 03, una de la mañana, en el silencio de esta habitación.

Lloré por un instante de lo feliz que fui compartiendo el tiempo a tu lado, las cosas sencillas que nos unían. Momentos increíbles, llenos de muchas coincidencias. Te extraño tanto, extraño quien era yo estando contigo, extraño quien eras tú estando conmigo.

En esta fría madrugada, me llena de coraje que las cosas hayan terminado tan mal y que nunca hayamos aclarado nada. Me llena de coraje que no hayas tenido la valentía de luchar por mi, de no haberme buscado, de no haber dado la cara. De afirmar o negar. Que te costaba? a lo mejor no era nada, y llevábamos la fiesta en paz, sin tantas tonterías.

Yo te cuento que no pude ni conmigo misma, que te busqué en otros rostros, en otras direcciones, en otras canciones, sin rastros de ti... sin rastros de mi alma reflejada en tu mirada.
Pero lo estoy superando, ha sido un proceso, mi propio proceso de olvidar, de soltar el sentimiento, porque te amaba en silencio, aunque me hayas hecho daño. Ahora entiendo un poco más el concepto del verdadero amor... y amor no era lo que estaba viviendo. El amor no hace daño.

Dejo hoy todos estos argumentos por aquí, para liberar las emociones, para ser libre de ti, para entender que no eras para mi, que mi vida debe continuar. Es tiempo de continuar.