Hace unos días, yendo a Surco, por la ruta de Pío doce, tres lindas chicas universitarias subieron al carro, las tres muy contentas, hablaban fuerte, reían a carcajadas, extasiadas de sus bromas, con un olor que silenciaba a todos: Marihuana.
La custer repleta, el tráfico lento, el ambiente cerrado, sofocándonos, y estás tres chicas lindas menores que yo, fuera de si... no pasaron ni cinco minutos cuando una de ellas se desvaneció, se puso tan dura, que nadie podía moverla [los estragos de la droga].
Cuando recuperó la conciencia, le cedieron un asiento y le dieron agua. Las amigas de ella tratando de convencer a la gente de que la flaca estaba bien, pero solo querían ocultar lo evidente. Ellas no hicieron más nada por su amiga y la gente indiferente sólo miraba.
Les pregunté a estas chicas si su amiga iba a estar bien... medio asustadas, me ignoraron, no me dieron explicación. Me tocaba bajar del carro. Con mucha pena, sin poder hacer más nada por esa chica que estaba mal, me fui.
Hay tanta gente que se pierde en drogas, al principio le entran como algo chevere, o como un juego, en el que sin querer queriendo, te vas quedando sin salida, te vas muriendo [porque las drogas matan].
Algunos piensan que las drogas son una solución, una vía de escape. Pero con el tiempo, las drogas se convierten en el problema. Detrás de todas las razones posibles, los que recurren a las drogas solo quieren adormecer un gran vacío.
¿Cómo ayudarlos? he aquí el dilema... tú que opinas?
dedicaré un post completo a las alternativas de solución que puedan brindarme frente a este tema.
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