Octubre, 2013
Un torbellido de emociones me invaden en esta tarde gris. Rumbo a casa, veo a través de la ventana de la combi parejas felices, niños jugando, mujeres amadas y se me cae una lágrimita sin poderla contener, lágrimas acostumbradas a caer sin previo aviso en estos últimos meses, ocultandose detrás de mis lentes de sol, esos lentes que siempre me acompañan en mis días tristes, para disimular mi mirada perdida, para ocultar mi tristeza, para que nadie sepa mi dolor... y en mi interior mil pensamientos que me piden respuestas, tratando de encontrarle alguna explicación a todo esto, tratando de entender ¿Por qué te cruzaste en mi camino?¿Por qué tuve que conocerte?¿Por qué te escapas de tu realidad conmigo?¿Por qué juegas de esta manera?¿Por qué me ilusionas? Lloro todas las noches por tu causa, no soy una ilusa, sé lo que es esto... dices que no quieres hacerme daño, pero ya el daño está hecho... me he enamorado de ti y no sé como matar el sentimiento y esto realmente duele, dime que hago? No puedo más, debo alejarme, no quiero ser la otra... te amo.
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