Noviembre 2013
y es que sin querer me desperté en una realidad distinta... sentada frente al mar, lejos de todo lo que me lastima, escribiendo, pensando y escribiendo. Es lo que mejor sé hacer, escribir sobre realidades, escapismos y algunas cuantas ilusiones... escribir libera mi alma.
y es que en estos últimos años se me ha vuelto una costumbre caprichosa escapar de realidades, sin rumbo a lugares desconocidos, quizás porque a veces la realidad duele o no es lo que quisieramos vivir en ese momento, porque en nuestras ilusiones, en nuestro mundo de fantasías todo es distinto y perfecto, tu mundo ideal creado por ti y para ti, donde sueñas demasiado, sin medir los limites entre lo real y lo ficticio, ni las consecuencias del peligro de involucrar a alguien más en esta travesía...
Quizás en mi ingenuidad, la unica que me caracteriza, a veces supongo cosas que no son o quizás mi corazón realmente se aferra a las unicas cosas importantes de la vida, esas cosas que no son materiales... aquellas como el amor, por ejemplo.
y amanecí hoy con un dolor tremendo en el corazón, tratando de olvidar un sentimiento, tratando de encontrar el equilibrio en mi vida, tratando de que él sea feliz con quien tenga que serlo, porque entendí que simplemente él no estaba para mi, a mi lado, entendí que él era un espejismo en el oasis de mi desierto... el hombre que amaba en mis sueños, no era real... era sólo lo que yo queria ver, sin maldades.
Aun no comprendo a los que dicen que no quieren hacerte daño y te salen destruyendo el corazón... no entiendo a los que te dan alas y cabida a suponer muchas cosas cuando la realidad es NADA... y sin embargo hoy extrañé esa nada que había entre los dos, en este desierto de imposibilidades. 
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